
¿Cuál es el motor de tu creatividad?
El motor que me impulsa y me mantiene es el mismo proceso creativo, que retroalimenta mi creatividad. Cada pequeña acción que realizo desde el momento en que entro a mi taller se potencia al tiempo que se desarrolla. Desde limpiar mi espacio, preparar el color, los lápices, colocar el soporte, todo eso permite que la idea que ronda mi mente vaya tomando forma y se transforme en una fuerza imparable en la que me envuelvo por horas o días.
¿Qué buscás que el público sienta o piense cuando se enfrenta a tu obra?
Solo eso, que sienta lo que sienta si conecta con mi trabajo, y si mi obra lo invita a pensar y filosofar sobre trivialidades o conceptos muy profundos, genial!
¿Hubo algún momento que marcó tu camino como artista?
Muchos, pero el inicio fue Cuando niña, al estar rodeada de una familia que ama el arte en sus diferentes expresiones ha marcado mi camino, aún hoy.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado como artista?
Vencer el miedo de mostrarme a través de mi arte, lo cual creo que es una travesía sin fin.