
Qué te inspira a crear?
Siempre es lo urbano el protagonista de mis obras. Aún cuando incursiono en nuevas disciplinas o nuevas técnicas, se sostiene, se mantiene. Se trata de
atmósferas envolventes que permiten reflexionar sobre la fragilidad del entorno urbano frente a las fuerzas del tiempo y la transformación. Construyo. Acumulo ideas, imágenes en mi mente, las rearmo y las plasmo. Balaustres, ornatos, rejas, zaguanes con sus puertas dobles, y las veredas con sus
vainillas y calles adoquinadas son el objeto de mis obras. Son escenografías, listas, preparadas para lo que sea que se desarrolle en ellas, resilientes.
Como describirías tu estilo y como llegaste a el?
El haber estudiado arquitectura me puso en contacto con la perspectiva y el dibujo. Talleres de pintura, acuarela, grabado, ilustración, arte textil, clínicas y
seminarios complementan mi formación. Uso la perspectiva arquitectónica de forma no tradicional, moviendo los puntos de fuga, jugando con los puntos de vista y las proporciones, deformando la técnica y alterando a veces la lógica de la óptica. Es en ese sentido que el surrealismo de Magritte y Dalí podrían ser mis influencias iniciales y principalmente M. Escher y sus mundos imposibles, perspectivas irreales y puntos de vista diversos. Trabajo el grafito con intencionalidad. Brinda la temperatura, el color, el tono que quiero imprimirle a mis dibujos, propia de las urbes, a veces brillante y
puramente blanca, otras densamente oscura.
Qué buscás que el público piense o sienta cuando enfrenta tu obra?
Espero de mis obras que conmuevan, que evoquen. Que el comentario de quien observa brote de sus sentimientos y sus sensaciones. Que me comenten que
les ha provocado una sonrisa, que han vuelto al patio de su infancia, a la vereda de sus juegos, a las calles de sus paseos. Eso me provoca una gran satisfacción, ya que son esas mismas sensaciones y sentimientos los que se anclan en mi al producir.
Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado como artista?
Casada, con cuatro hijos, mi desarrollo artístico fue un verdadero desafío. Pero, esta actividad que quizás inicialmente fue un hobby, o una
interrupción de la rutina de la casa y del trabajo, se fue tornando parte central de mi vida, balanceando continuamente una y otra. Hoy, varios años después, la
considero mi profesión.